martes, 12 de mayo de 2009

EL SEXO con SANTI







Ayer quedé con Santi, que es como un ángel que ha aparecido en mi vida. Un ángel sexual, que los sentimientos y eso sólo son chorradas. Y no nos conducen a nada. El sexo, al menos, deja el regusto del deseo, de sentirse tocado por la suerte. El sexo es fabuloso. Y Santi consigue hacerme estallar de placer. Como nadie, como nunca antes.



No escatima el tiempo comiéndome el coño;
se lanza, se desliza, se deja llevar por mi aroma, por mi textura
y por la fondosidad de mi cueva. Que es amplia y calentita,

todo hay que decirlo.

Deja que su lengua juegue por todas las esquinas,

por cada pliegue, sobre el botón de la vida.

Mi clítoris se vuelve loco cada vez que siento su aliento.

Santi bucea en mí, me pone en marcha.

Y cuando ya me he corrido dos o tres veces,
entonces me deja jugar con su polla,

con ese apéndice fantástico de la naturaleza.

Rosa, suave, con un capullo redondidto y ancho,

como a mí me gustan.

Comerle la polla a Santi es una de las cosas que más me gusta hacer;
llevarle al límte, ponerle entre la espada y la pared,

provocarle un deseo incontenible.

A veces, mientras tengo su polla en mi boca,

me masturbo,

sólo por darme el gustazo de incrementar su ansia de mí.


Y después sus embestidas,
llenando todo mi ser,

inundándome con su anhelo, con su deseo,

con la pasión del sexo salvaje

y descontrolado,

ese sexo que sólo puede darse

en el lado prohibido del sexo.

Santi me hace suya,

me penetra por todos los lados,

por delante con furia,

como si se acabara el mundo

en ese instante;
con delicadeza y ternura por detrás,

con el cuidado de un padre amante.

Pero me folla hasta hacerme reventar.


Y me corro de nuevo.



Un escalofrío recorre mi espalda,

desde el culo hasta el cuello,

entonces sé que lo ha conseguido,

que una vez más,

me ha hecho suya.


Y como guinda,
me masturba él.

Con sus dedos ágiles y juguetones,

con su entrega y su generosidad,

con las ganas de verme retorcerme de deseo.


Me excita como nadie,

me somete como nadie.

Consigue que mi clítoris se ponga

tan duro que me duela,

que se abra para él y sólo para él;

consigue encadenar un orgasmo y otro y otro,
hasta la explósión final.


Entonces un grito desgarrado

sale de mi boca...


1 comentario:

  1. Picara...
    Estoy por aqui...
    agregame al msn y hablamos
    jcr7100@hotmail.com
    Un beso

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susurros pícaros